sábado, 19 de diciembre de 2015

MANIFIESTO DE PERMANENCIA EN LA LUCHA Y DE RUPTURA CON LA COALICIÓN "ABOLICIÓN ES EVOLUCIÓN".


El colectivo ADLA (Activistas por la Defensa y Liberación Animal), conformado por luchadores provenientes de distintas trincheras y consagrado a la ecodefensa, la liberación animal y la revolución social, sin concesiones ni negociaciones con los opresores y hasta las últimas consecuencias, teniendo claro el horizonte político y ético que implica la lucha por la abolición de toda forma de opresión que recaiga sobre cualquier animal del mundo o que altere su original relación de equilibrada reciprocidad con la pacha mama, y conscientes de que tal lucha implica reconocer el carácter estructural de la opresión, en una palabra la integralidad de la opresión que exige de nuestra parte integralidad de la lucha abolicionista, declara ante el movimiento animalista y ante todos nuestros lectores lo siguiente:

1.      Toda lucha contra la opresión es política, es un acontecimiento político debido a que se sostiene en un determinado modo de entender y organizar la vida social, un modo que los opresores buscan reproducir a ultranza en las mentes de los oprimidos para impedir de esta forma que asuman la opresión como una acontecimiento indeseable, injusto, incorrecto y se decidan a combatirlo. Política significa trabajo colectivo para redefinir o afirmar estos determinados modos de crear la vida social y no significa partidismo, oportunismo, reformismo o el llamado "loby político" que implica caminar al lado de nuestros enemigos políticos, mismos que no tienen ningún interés en nuestra lucha sino solo en utilizarnos y mantenernos en la pasividad.

2.      Toda lucha contra la opresión, si se pretende exitosa, requiere de 3 elementos fundamentales: la honestidad, la unidad y la radicalidad. Entendemos por honestidad la ausencia de intereses particulares de cada actor aliado y ajenos a la lucha común. Entendemos por unidad el hecho de la permanencia en la lucha junto a los aliados en determinados momentos en los que pueden darse divergencias en cuanto a método pero se sigue manteniendo el mismo objetivo común. Entendemos por radicalidad el conjunto de percepciones, interpretaciones y decisiones que manan del observar una forma de opresión en toda su amplia dimensión y combatirla exactamente en esa misma amplitud.

3.      La violencia no es creadora de violencia, y no toda violencia es destructiva. La violencia cumple un rol fundamental en la naturaleza y es el rol que cumple la cultura dentro de la sociedad: el límite que preserva el equilibrio. Sin embargo en la sociedad moderna tales códigos y normas (límites) se crean y se reproducen sin discusión ni acuerdo común, sino solo por voluntad y poder de aquellos que tienen la hegemonía, los opresores. Cualquier persona que respete dichos códigos sin importar la violencia que impliquen contra unos está siendo cómplice de una forma de violencia que no es protectora del equilibrio sino que mantiene el desequilibrio. En contextos sociales la violencia que el oprimido ejerce contra el opresor busca anular la violencia institucionalizada como orden social y restablecer el equilibrio de las relaciones entre personas y entre el humano y el reino de lo no humano. Es por esta razón que en nuestro colectivo repudiamos el pasivismo pues en contextos como este es  sinónimo de complicidad y conformidad con el injusto orden establecido.

4.      Declaramos que el reformismo, en tanto postura política que confía en las promesas de los opresores y asume como suyos los medios que nuestros enemigos usan para confundirnos, doblegarnos y vencernos, es la peor enfermedad de los movimientos y organizaciones, ya que nos vuelve débiles, inocuos, manejables y manipulables manteniéndonos en una permanente ingenuidad política y en un ánimo de conciliación frente a nuestros enemigos.

Por esto y otros puntos que no cabe mencionar aquí nuestro colectivo declara lo siguiente:
1.      En esta coalición no se ha debatido ni llegado de manera horizontal a acuerdos sobre qué objetivos reales nos planteamos, todo lo contrario, de manera arbitraria y poco frontal se han establecido objetivos distintos a los originales para los cuales fue convocada esta coalición. Se convocó a algunos de sus miembros con miras a emplear métodos verdaderamente contundentes para evitar las corridas de toros este año, entre estos métodos se incluyó la desobediencia civil activa y la protesta. Estos puntos que eran junto con la marcha del 1 de diciembre y el sabotaje económico a los auspiciantes eran los puntos clave de nuestra acción para detener las corridas. Empero, tanto las 2 tomas, como el sabotaje económico fueron dejados del lado por algunos miembros de esta coalición, y en el caso de la marcha se incurrió en un comportamiento que fomentó la división y restó fuerza al movimiento evitando que podamos evitar las corridas, se traicionó al objetivo principal de la coalición y a los toros abandonándolos a sus suerte. En lugar de esto se centró la atención en  la iniciativa antitaurina a pesar de que este punto no constó en la agenda de la convocatoria original y a pesar de saber lo frágil y voluble que es el ánimo político de las autoridades de quienes depende su aprobación. Estos objetivos, que de manera silenciosa y arbitraria suplantaron al resto, además de ser caracterizados por un profundo reformismo, ya explicado anteriormente, están llenos de oportunismo y de ánimo de acumulación política particular, de cooptación por parte de ciertos colectivos. Los objetivos y la lucha resultante no solo han sido débiles e ineficaces, sino que han servido más para realizar intereses de actores externos a esta coalición como lo son partidos políticos, en especial Alianza País, que para la defensa de los toros y la abolición de su tortura. Prueba de ello es que ni los esfuerzos de los compañeros veedores ni de quienes han llevado adelante la iniciativa antitaurina lograron detener las corridas y dudosamente lograrán detenerlas en el futuro.

2.      La lucha resultante de esta coalición ha estado llena de los contrarios a los valores que concebimos como indispensables para cualquier lucha común: honestidad, unidad y radicalidad. Dentro de esta coalición se ha manejado deliberadamente información falsa como aquella que pretendió hacernos creer que había un acercamiento previo por parte de ciertos colectivos al barrio San Blas y que tal barrio estaba abierto a mantener conversaciones con nosotros. Un sondeo de opinión que realizamos puerta a puerta y en los negocios del sector al igual que una entrevista que realizamos al presidente del comité pro-desarrollo del barrio y los hechos ocurridos el día de la detención de los 5 compañeros son prueba suficiente de que tal información era falsa, que el barrio de San Blas es eminentemente taurino y que el colectivo FATA que nos proporcionó tal información falsa actuó deliberadamente poniéndonos en riesgo a nosotros y a todos en esta coalición. Se han propuesto cosas que no se han cumplido y han imperado los intereses particulares antes que los colectivos. Se ha intentado y se ha logrado capitalizar todos los esfuerzos comunes hacia una sola reivindicación: la iniciativa normativa popular antitaurina, que no solo no es fruto de esta coalición sino solo de uno de sus participantes, y que pese a no detener las corridas de toros este año ni en ninguna otra ocasión anterior en su larga historia de debate, se ha colocado como prioridad por sobre cualquier otra reivindicación. Esta bandera de lucha incluso ha servido como obstáculo para la acción en otras direcciones más contundentes que pudieran haber detenido las corridas este año debido al miedo de que se trunquen las negociaciones con los opresores, aun sabiendo que ellos solo buscan congraciarse con nosotros momentáneamente, mientras esto significa un rédito político para ellos. Cabe mencionar que tal iniciativa lleva años en proceso de discusión y aprobación  y que a pesar de su nula eficacia para detener la masacre fue antepuesta a otros métodos mucho más efectivos y reales, que no implican rédito político para nadie pero si la salvación de los toros. Declaramos que en esta coalición pues se ha manejado no solo un clima de deshonestidad sino también de reformismo y de arbitrariedad, de un ánimo de prevalecer. Se ha intentado capitalizar además la difícil situación que han pasado nuestros compañeros detenidos divulgando el rumor de que FATA son los responsables de que nuestros compañeros hayan sido trasladados a la unidad de contravenciones para ser juzgados por contravención y no por delito, cuando en realidad eso no se debe a la injerencia de ningún colectivo, sino a que en el parte médico-legal las lesiones de los policías que se declaraban agredidos no ameritaban la cuota de descanso médico correspondiente a una lesión grave, es decir a un delito sino a la de una contravención. Esa es la razón de que nuestros compañeros hayan sido juzgados en contravenciones y ninguna otra. Declaramos que el compañero Felipe Ogaz, que estuvo pendiente en ciertos momentos del proceso y que intentó ayudarnos dándonos un contacto en flagrancia, nos `ayudó´ de manera más significativa dándonos el contacto de Juan Carlos Garcés, mismo que supuestamente iba a ayudarnos y que se mostró muy convenenciero. Resulta que el mentado señor no solo resultó ser taurino, sino que además nos dio deliberadamente información falsa acerca del juicio e intentó evitar que llevemos la evidencia necesaria para la defensa de nuestros compañeros a la unidad de contravenciones queriendo retenernos en flagrancia y que pese a ser coordinador de los defensores públicos no proporcionó evidencia para la defensa a ningún abogado particular que se acercó a la defensoría pública para tal efecto. Tal contacto pues, en lugar de ayudarnos nos saboteó.

3.      Declaramos que el reformismo es un vicio terrible dentro del movimiento animalista y el movimiento antitaurino, que solo es fuente de debilidad, ingenuidad y susceptibilidad de ser manipulado, cooptado y arrastrado a prácticas y hábitos políticos que repudiamos y con los cuales nunca comulgaremos. No estamos de acuerdo con que esta forma de hacer política abolicionista, por la emancipación de todo animal y de la pacha mama, se haga hegemónica  pues condena a los inmensos esfuerzos de mucha gente involucrada a la constante derrota, a la manipulación, la cooptación y por último al desaliento, produciendo fracción y debilidad para el movimiento.
Esto nos lleva a:
1.      Cesar toda participación con esta coalición y especialmente con algunos de sus participantes por las razones ya mencionadas que implican deshonestidad, reformismo, ánimo de cooptación y manipulación, etc.

2.      Condenar la acción de esta coalición y expresar la nocividad de su modo de proceder, reformista, conciliador y complaciente con las autoridades y apático en muchos casos con la situación de los toros.

3.      Continuar la lucha por los medios que siempre han caracterizado a ADLA y nunca claudicar en nuestra convicción de que quien mucho conversa, pacta y se junta con los opresores acaba trabajando para ellos.

4.      Hacer un llamado a conformar la verdadera unidad del movimiento, más allá de la deshonestidad, la falsa convergencia, la falsa cooperación y la falta de radicalidad que ha caracterizado a esta coalición. Declaramos que en unos de los momentos más difíciles que han atravesado los toros y nuestro colectivo muchos de los miembros de esta coalición han brillado por su ausencia y además han querido abanderarse de una supuesta solidaridad hacia nosotros cuando en realidad han actuado de manera totalmente opuesta, condenándonos y censurándonos. Y por supuesto condenando a los toros a la muerte con su pasividad. Llamamos a todos los miembros de esta coalición que igualmente se hayan sentido utilizados, cooptados, traicionados y decepcionados a mantener el diálogo entre ustedes y con nosotros, con miras a erradicar estas costumbres y hábitos politiqueros detestables.


ECODEFENSA, LIBERACIÓN ANIMAL Y REVOLUCIÓN SOCIAL
CONTRA EL ESTADO ESPECISTA Y EL CAPITAL
LIBERACIÓN HUMANA Y ANIMAL

ADLA