El colectivo ADLA (Activistas por la
Defensa y Liberación Animal), conformado por luchadores provenientes de
distintas trincheras y consagrado a la ecodefensa, la liberación animal y la
revolución social, sin concesiones ni negociaciones con los opresores y hasta
las últimas consecuencias, teniendo claro el horizonte político y ético que
implica la lucha por la abolición de toda forma de opresión que recaiga sobre
cualquier animal del mundo o que altere su original relación de equilibrada
reciprocidad con la pacha mama, y conscientes de que tal lucha implica
reconocer el carácter estructural de la opresión, en una palabra la
integralidad de la opresión que exige de nuestra parte integralidad de la lucha
abolicionista, declara ante el movimiento animalista y ante todos nuestros
lectores lo siguiente:
1. Toda lucha contra la opresión es
política, es un acontecimiento político debido a que se
sostiene en un determinado modo de entender y organizar la vida social, un modo
que los opresores buscan reproducir a ultranza en las mentes de los oprimidos
para impedir de esta forma que asuman la opresión como una acontecimiento
indeseable, injusto, incorrecto y se decidan a combatirlo. Política significa
trabajo colectivo para redefinir o afirmar estos determinados modos de crear la
vida social y no significa partidismo, oportunismo, reformismo o el llamado
"loby político" que implica caminar al lado de nuestros enemigos
políticos, mismos que no tienen ningún interés en nuestra lucha sino solo en
utilizarnos y mantenernos en la pasividad.
2. Toda lucha contra la opresión, si se
pretende exitosa, requiere de 3 elementos fundamentales: la honestidad, la
unidad y la radicalidad. Entendemos por honestidad la ausencia de intereses
particulares de cada actor aliado y ajenos a la lucha común. Entendemos por
unidad el hecho de la permanencia en la lucha junto a los aliados en
determinados momentos en los que pueden darse divergencias en cuanto a método
pero se sigue manteniendo el mismo objetivo común. Entendemos por radicalidad
el conjunto de percepciones, interpretaciones y decisiones que manan del
observar una forma de opresión en toda su amplia dimensión y combatirla exactamente
en esa misma amplitud.
3. La violencia no es creadora de
violencia, y no toda violencia es destructiva. La violencia cumple un rol
fundamental en la naturaleza y es el rol que cumple la cultura dentro de la
sociedad: el límite que preserva el equilibrio. Sin embargo en la sociedad
moderna tales códigos y normas (límites) se crean y se reproducen sin discusión
ni acuerdo común, sino solo por voluntad y poder de aquellos que tienen la
hegemonía, los opresores. Cualquier persona que respete dichos códigos sin
importar la violencia que impliquen contra unos está siendo cómplice de una
forma de violencia que no es protectora del equilibrio sino que mantiene el
desequilibrio. En contextos sociales la violencia que el oprimido ejerce contra
el opresor busca anular la violencia institucionalizada como orden social y
restablecer el equilibrio de las relaciones entre personas y entre el humano y
el reino de lo no humano. Es por esta razón que en nuestro colectivo repudiamos
el pasivismo pues en contextos como este es
sinónimo de complicidad y conformidad con el injusto orden establecido.
4. Declaramos que el reformismo, en
tanto postura política que confía en las promesas de los opresores y asume como
suyos los medios que nuestros enemigos usan para confundirnos, doblegarnos y
vencernos, es la peor enfermedad de los movimientos y organizaciones, ya que
nos vuelve débiles, inocuos, manejables y manipulables manteniéndonos en una
permanente ingenuidad política y en un ánimo de conciliación frente a nuestros
enemigos.
Por esto y otros puntos que no cabe
mencionar aquí nuestro colectivo declara lo siguiente:
1. En esta coalición no se ha debatido
ni llegado de manera horizontal a acuerdos sobre qué objetivos reales nos
planteamos, todo lo contrario, de manera arbitraria y poco frontal se han
establecido objetivos distintos a los originales para los cuales fue convocada
esta coalición. Se convocó a algunos de sus miembros con miras a emplear
métodos verdaderamente contundentes para evitar las corridas de toros este año,
entre estos métodos se incluyó la desobediencia civil activa y la protesta. Estos
puntos que eran junto con la marcha del 1 de diciembre y el sabotaje económico
a los auspiciantes eran los puntos clave de nuestra acción para detener las
corridas. Empero, tanto las 2 tomas, como el sabotaje económico fueron dejados
del lado por algunos miembros de esta coalición, y en el caso de la marcha se
incurrió en un comportamiento que fomentó la división y restó fuerza al
movimiento evitando que podamos evitar las corridas, se traicionó al objetivo
principal de la coalición y a los toros abandonándolos a sus suerte. En lugar
de esto se centró la atención en la
iniciativa antitaurina a pesar de que este punto no constó en la agenda de la
convocatoria original y a pesar de saber lo frágil y voluble que es el ánimo
político de las autoridades de quienes depende su aprobación. Estos objetivos, que
de manera silenciosa y arbitraria suplantaron al resto, además de ser caracterizados
por un profundo reformismo, ya explicado anteriormente, están llenos de
oportunismo y de ánimo de acumulación política particular, de cooptación por
parte de ciertos colectivos. Los objetivos y la lucha resultante no solo han
sido débiles e ineficaces, sino que han servido más para realizar intereses de
actores externos a esta coalición como lo son partidos políticos, en especial
Alianza País, que para la defensa de los toros y la abolición de su tortura. Prueba
de ello es que ni los esfuerzos de los compañeros veedores ni de quienes han
llevado adelante la iniciativa antitaurina lograron detener las corridas y
dudosamente lograrán detenerlas en el futuro.
2. La lucha resultante de esta
coalición ha estado llena de los contrarios a los valores que concebimos como
indispensables para cualquier lucha común: honestidad, unidad y radicalidad.
Dentro de esta coalición se ha manejado deliberadamente información falsa como
aquella que pretendió hacernos creer que había un acercamiento previo por parte
de ciertos colectivos al barrio San Blas y que tal barrio estaba abierto a
mantener conversaciones con nosotros. Un sondeo de opinión que realizamos
puerta a puerta y en los negocios del sector al igual que una entrevista que
realizamos al presidente del comité pro-desarrollo del barrio y los hechos
ocurridos el día de la detención de los 5 compañeros son prueba suficiente de
que tal información era falsa, que el barrio de San Blas es eminentemente
taurino y que el colectivo FATA que nos proporcionó tal información falsa actuó
deliberadamente poniéndonos en riesgo a nosotros y a todos en esta coalición. Se
han propuesto cosas que no se han cumplido y han imperado los intereses
particulares antes que los colectivos. Se ha intentado y se ha logrado
capitalizar todos los esfuerzos comunes hacia una sola reivindicación: la
iniciativa normativa popular antitaurina, que no solo no es fruto de esta
coalición sino solo de uno de sus participantes, y que pese a no detener las
corridas de toros este año ni en ninguna otra ocasión anterior en su larga
historia de debate, se ha colocado como prioridad por sobre cualquier otra
reivindicación. Esta bandera de lucha incluso ha servido como obstáculo para la
acción en otras direcciones más contundentes que pudieran haber detenido las
corridas este año debido al miedo de que se trunquen las negociaciones con los
opresores, aun sabiendo que ellos solo buscan congraciarse con nosotros momentáneamente,
mientras esto significa un rédito político para ellos. Cabe mencionar que tal
iniciativa lleva años en proceso de discusión y aprobación y que a pesar de su nula eficacia para
detener la masacre fue antepuesta a otros métodos mucho más efectivos y reales,
que no implican rédito político para nadie pero si la salvación de los toros. Declaramos
que en esta coalición pues se ha manejado no solo un clima de deshonestidad
sino también de reformismo y de arbitrariedad, de un ánimo de prevalecer. Se ha
intentado capitalizar además la difícil situación que han pasado nuestros
compañeros detenidos divulgando el rumor de que FATA son los responsables de
que nuestros compañeros hayan sido trasladados a la unidad de contravenciones
para ser juzgados por contravención y no por delito, cuando en realidad eso no
se debe a la injerencia de ningún colectivo, sino a que en el parte
médico-legal las lesiones de los policías que se declaraban agredidos no
ameritaban la cuota de descanso médico correspondiente a una lesión grave, es
decir a un delito sino a la de una contravención. Esa es la razón de que
nuestros compañeros hayan sido juzgados en contravenciones y ninguna otra.
Declaramos que el compañero Felipe Ogaz, que estuvo pendiente en ciertos
momentos del proceso y que intentó ayudarnos dándonos un contacto en flagrancia,
nos `ayudó´ de manera más significativa dándonos el contacto de Juan Carlos
Garcés, mismo que supuestamente iba a ayudarnos y que se mostró muy
convenenciero. Resulta que el mentado señor no solo resultó ser taurino, sino
que además nos dio deliberadamente información falsa acerca del juicio e intentó
evitar que llevemos la evidencia necesaria para la defensa de nuestros
compañeros a la unidad de contravenciones queriendo retenernos en flagrancia y
que pese a ser coordinador de los defensores públicos no proporcionó evidencia
para la defensa a ningún abogado particular que se acercó a la defensoría
pública para tal efecto. Tal contacto pues, en lugar de ayudarnos nos saboteó.
3. Declaramos que el reformismo es un
vicio terrible dentro del movimiento animalista y el movimiento antitaurino,
que solo es fuente de debilidad, ingenuidad y susceptibilidad de ser
manipulado, cooptado y arrastrado a prácticas y hábitos políticos que
repudiamos y con los cuales nunca comulgaremos. No estamos de acuerdo con que
esta forma de hacer política abolicionista, por la emancipación de todo animal
y de la pacha mama, se haga hegemónica
pues condena a los inmensos esfuerzos de mucha gente involucrada a la
constante derrota, a la manipulación, la cooptación y por último al desaliento,
produciendo fracción y debilidad para el movimiento.
Esto nos lleva a:
1. Cesar toda participación con esta
coalición y especialmente con algunos de sus participantes por las razones ya
mencionadas que implican deshonestidad, reformismo, ánimo de cooptación y manipulación,
etc.
2. Condenar la acción de esta coalición
y expresar la nocividad de su modo de proceder, reformista, conciliador y
complaciente con las autoridades y apático en muchos casos con la situación de
los toros.
3. Continuar la lucha por los medios que
siempre han caracterizado a ADLA y nunca claudicar en nuestra convicción de que
quien mucho conversa, pacta y se junta con los opresores acaba trabajando para
ellos.
4. Hacer un llamado a conformar la
verdadera unidad del movimiento, más allá de la deshonestidad, la falsa
convergencia, la falsa cooperación y la falta de radicalidad que ha
caracterizado a esta coalición. Declaramos que en unos de los momentos más
difíciles que han atravesado los toros y nuestro colectivo muchos de los
miembros de esta coalición han brillado por su ausencia y además han querido
abanderarse de una supuesta solidaridad hacia nosotros cuando en realidad han
actuado de manera totalmente opuesta, condenándonos y censurándonos. Y por
supuesto condenando a los toros a la muerte con su pasividad. Llamamos a todos
los miembros de esta coalición que igualmente se hayan sentido utilizados,
cooptados, traicionados y decepcionados a mantener el diálogo entre ustedes y
con nosotros, con miras a erradicar estas costumbres y hábitos politiqueros
detestables.
ECODEFENSA, LIBERACIÓN ANIMAL Y
REVOLUCIÓN SOCIAL
CONTRA EL ESTADO ESPECISTA Y EL
CAPITAL
LIBERACIÓN HUMANA Y ANIMAL
ADLA
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